Conocí un varón avaro deseoso del dinero que siempre lo amontonaba. Jugaba a ser financiero fiando grandes cantidades con intereses excelsos y nunca perdonó deudas. Se privaba de alimentos y otras cosas necesarias se mudó de palaciego por un pequeño pisito siendo el ser más opulento. Nunca regalaba nada ni socorría con hechos. Tuvo su alma negra y triste y era un mezquino usurero.
reconocimiento del poema el avaro
La soberbia ( décimas espinelas)
la soberbia
Las personas arrogantes
son vanidosas, altivas,
dominantes y cautivas,
muchas veces ignorantes.
Se creen muy importantes,
que son el centro del mundo.
Tras un fracaso rotundo,
nunca contemplan errores,
ni inconvenientes mayores,
aunque les marquen profundo.
Su contraria: la humildad,
traje de ilustres personas,
no añoran ser campeonas
actuando con seriedad.
Buscan su prosperidad
mediante el mejor ejemplo
aunque se les hunda el templo,
rectificando defectos
aprenden a ser correctos
y admirada les contemplo.
Soberbios, os aconsejo
que tornéis a más modestos
que demostréis buenos gestos
ante el fallo más complejo.
Los triunfos serán reflejo
de una labor trabajosa,
constante y meticulosa.
Que no queráis destacar
sino solo perpetuar
la tarea silenciosa.
reconocimiento del poema.
La envidia:
persona envidiosa
La envidia es como una serpiente
que observa mis pisadas,
me sigue el camino
y celosa de mis éxitos
me espera en una esquina
un día me encuentra
me clava los dientes en la pierna
y me destruye con su veneno.
¡ Maldita envidia!
¿No será acaso la huida
nuestro mejor arma
para ganarte la batalla?
Esta entrada tiene 3 poemas : un romance dedicado a la avaricia, unas décimas espinelas dedicadas a la soberbia y un poema en verso libre dedicado a la envidia